Rss Feed
  1. El Arte de Perder.

    domingo, 14 de diciembre de 2014


    The art of losing isn’t hard to master;
    so many things seem filled with the intent
    to be lost that their loss is no disaster. 

    Lose something every day. Accept the fluster
    of lost door keys, the hour badly spent.
    The art of losing isn’t hard to master.

    Then practice losing farther, losing faster:
    places, and names, and where it was you meant
    to travel. None of these will bring disaster.

    I lost my mother’s watch. And look! my last, or
    next-to-last, of three loved houses went.
    The art of losing isn’t hard to master.

    I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
    some realms I owned, two rivers, a continent.
    I miss them, but it wasn’t a disaster. 

    —Even losing you (the joking voice, a gesture
    I love) I shan’t have lied. It’s evident
    the art of losing’s not too hard to master
    though it may look like (Write it!) like disaster.
    One Art. Elizabeth Bishop.

    Querido compañero:
    Ciertamente compañero no sé quien es usted, quizá sea un tipo de esos que le encantan las historias de desconocidos o una de esas señoras aficionadas a la prensa rosa, puede que usted sea  un gran tipo de esos que ayudan a todo el mundo y siempre es amable con todo el mundo o puede que sea usted mala persona. Realmente me da igual, compañero.
    Se preguntará quién soy y por qué le escribo.
    Pues bien, quién soy lo irá descubriendo usted con forme pasen las páginas, ahora mismo solo puedo decirle que si fuese un animal sería un pato. Un pato sabe correr, nadar y sabe volar, sabe hacer de todo pero no es realmente un genio en nada.
    Respecto al "¿Por qué?" le escribo porque no puedo dormir.

    Hace unas semanas volví a ver a unos amigos del instituto, hacia siglos que no les veía. Formábamos un grupo curioso; entre nosotros había un farmacéutico, un óptico, un ingeniero en telecomunicaciones, un maestro, 3 químicos, un ingeniero informático y un psicólogo. Y como pasa a menudo en los reencuentros hablamos de los que no estaban, aportando cada uno lo que sabíamos llegamos a tener una imagen de la vida de esas personas, pero había gente de la cual no sabíamos nada, absolutamente nada.

    Ahí es cuando empiezas a pensar en las cosas que dejas por el camino y que en un momento dado eran vitales, como tu equipo de fútbol del barrio, la cerveza de todos los viernes, las novias que perdiste o decidiste abandonar y la casualidad de que siempre la siguiente era aún mejor; cosas a priori irrelevantes. Pero si sigues pensando te das cuenta de todo lo que has hecho y pudiste haber hecho antes e incluso mejor si lo hubieses hecho a la primera, si te hubieses esforzado más. Y por último te acuerdas de los muertos, toda esa gente que de algún modo, se quedó por el camino. Gente que un día lloraste y pensaste que nada en el planeta podría llenar el vacío que dejaron.

    Compañero, no te asustes si a ti esto no te ha ocurrido, te ocurrirá, pero quiero que recuerdes una frase:
    "Las cosas tienen la importancia que uno les quiere dar".
    Para mi fue muy importante el fútbol, el pegarte, enfadarte contigo y con el del enfrente, el compañerismo y las mini-mafias en los vestuarios y sobretodo un campo donde todo valía, donde podía ser agresivo y nadie diría nada. Pero para ti puede que sea una estupidez, de hecho lo es.
    No importa, yo llevo 2 años teniendo pesadillas con una chica, y no es para tanto ni lo que ocurrió fue tan importante.

    Al final, da igual, todo el mundo sigue su camino, incluso un camino que no es el suyo, lo importante es que todos los caminos llevan a ninguna parte.
    H+